martes, 18 de octubre de 2011

1.- Sueño de Gilgamesh y juicio de los dioses.

Anaqueles de la biblioteca de Sippar


1. Sueño de Gilgamesh y juicio de los dioses

/Una línea fragmentaria/

Enki, el señor Nudimmud, el Hacedor, le hizo soñar un sueño a Gilgamesh:

En ese sueño, este llegaba a la asamblea, al lugar preeminente de los dioses, y ellos le decían:

“En cuanto a tu caso: has viajado por todos los caminos que existen; has traído el cedro, el árbol único, de las montañas; has matado a Huwawa[i] en el bosque; has llegado a conocer a Ziusudra /Um-Napishti/[ii] en el lugar donde vive; has establecido muchas estelas para los días que vendrán; has fundado muchos templos para los dioses.

Una línea fragmentaria

Has traído al País los poderes divinos de Súmer, que por entonces estaban olvidados, los órdenes, los rituales; has llevado a cabo correctamente los ritos del lavado de las manos y de la boca… los fundamentos de los países.”

Dos lineas fragmentarias

… Le fue dado este consejo de Enlil a Enki. Entonces Enki les respondió a An y Enlil: “En aquellos días, en aquellos días distantes, en aquellas noches, en aquellas noches distantes, en aquellos años, en aquellos años distantes, después de que la asamblea /de los dioses/ hizo que el Diluvio barriera y destruyera la semilla de la humanidad, fui el único que defendió la vida de un hombre; y sólo un hombre, Ziusudra, se asemejó a nosotros, permaneciendo vivo. Entonces, ustedes me hicieron jurar por el cielo y la tierra, y … que nunca más a ningún humano se le permitiría vivir por siempre. Ahora, en cuanto a Gilgamesh, será que va a escapar a causa de su madre?”

/Habla otro dios/: “Que Gilgamesh esté como un espíritu, abajo, entre los muertos, como gobernante del mundo inferior. Que sea preeminente entre los espíritus, que apruebe los juicios y dicte los veredictos, y que lo que él dice sea tan poderoso como las palabras de Ninjiczida[iii] y Dumuzi[iv].”

2. Enlil anuncia a Gilgamesh su destino

Entonces el padre de los dioses, Enlil de la montaña, dio cumplimiento al destino, decretando acerca de Gilgamesh: “Sisig, el dios de los sueños, hijo de Utu, en la oscuridad del mundo inferior le mostrará una luz; de toda la humanidad, de todos los que son conocidos, ninguno dejará un monumento para las generaciones que pueda compararse con el suyo. Se congregarán junto a las puertas para realizar justas en su memoria. Los héroes, los sabios, al igual que la luna nueva, tienen su momento de desvanecimiento. Los hombres dirán “¿Acaso hubo alguna vez quien reinara con tanta capacidad y tanto poder como él?” En el mes Nenejar, el mes oscuro, el mes de las sombras, en el festival de los espíritus, no se encenderá ninguna luz antes que a él.”

“Oh, Gilgamesh, este es el significado de tu sueño. Enlil, la Gran Montaña, te dio la realeza, porque tal era tu destino; pero la vida perdurable no era tu destino. Ya se te ha dicho, esa es la carga de ser humano; ya se te ha dicho, esa es la consecuencia de haber cortado el cordón umbilical. Ahora te espera el día más oscuro para los humanos, ahora te espera el lugar más solitario para los humanos. Ahora te espera la ola del aluvión indetenible. Ahora te espera la batalla inescapable; ahora te espera el combate desigual; ahora te espera la escaramuza de la que no hay huída posible. Que no se entristezca tu corazón por esto; no te sientas apenado u oprimido; que no esté anudado tu corazón; se te ha dado el poder de atar y desatar, de ser la luz y la oscuridad de la humanidad. Mira que de esto no pueden escapar ni los pájaros del cielo; ni los peces de las aguas profundas pueden ver /laguna/… El pescador ha arrojado su red y va a capturarte. ¿Quién ha visto a alguien que vuelva a ascender del mundo inferior? Ningún rey ha disfrutado jamás un destino como el tuyo. Se te ha dado una supremacía sin igual sobre el pueblo, la victoria en la batalla de la cual no vuelve ningún fugitivo, en las incursiones y asaltos de los que nadie vuelve. Pero no abuses de tu poder, trata con justicia a tus sirvientes en tu palacio, obra con justicia a la luz del sol.' … “el gobierno del mundo inferior… Tú… tu espíritu… aprobar los juicios”…

“Ve pues, /Gilgamesh/ al lugar donde los dioses Anuna, los grandes dioses, se sientan ante las ofrendas funerarias, al lugar donde yacen los sacerdotes en, al lugar donde yacen los sacerdotes lagar, al lugar donde yacen las sacerdotisas lumah y nindijir, donde los sacerdotes gudu yacen, donde yacen los sacerdotes de hábitos de lino, donde yacen las sacerdotisas nindijir, donde yace …, al lugar donde tu padre, tu abuelo, tu madre, tus hermanas, tu …, donde está tu precioso amigo, tu compañero, Enkidu, tu amigo, tu joven camarada, y los gobernadores designados por el rey para la Gran Ciudad; al lugar donde yacen los oficiales, al lugar donde yacen los capitanes de las tropas… la gran ciudad Arali…

/faltan tres líneas/

De la casa de tus hermanas, ellas vendrán a reunirse contigo. Desde la casa de …, el … vendrá a encontrarse contigo. Tu joya vendrá a encontrarse contigo, tu preciosura vendrá a encontrarse contigo. Los ancianos de tu ciudad vendrán a encontrarse contigo. No desesperes, no te entristezcas.”

“Ahora él será contado entre los dioses Anuna[v]. Será contado en la compañía de los dioses, será el gobernante del mundo inferior. Él aprobará los juicios y dictará los veredictos, y las palabras que él dice van a ser tan poderosas como las de Ninjiczida y Dumuzi.”


[i] Huwawa o Humbaba, guardian del bosque de los cedros que Gilgamesh enfrentó y que fue muerto por él y Enkidu. Fue una deidad de la naturaleza, quizás anatolia, elamita o siria.

[ii] Sumerio Ziusudra, antiguo babilonio Utanapishtim: sabio rey y sacerdote de la ciudad de Shuruppak; en la version acadia, un sabio ciudadano de esa urbe. Hijo de Ubara Tutu; su nombre se traduce usualmente como “El que vio la vida”. Fue el protegido del dios Ea, gracias a cuya connivencia sobrevivió al diluvio, con su familia y con “la semilla de todas las criaturas vivientes”. Después fue llevado por los dioses a vivir una existencia imperecedera en “la boca de los ríos”, y se le dio el epíteto de “El lejano”; según los sumerios, vive en Dihnun “donde nace el sol”.

[iii] Ningizzida o Gizzida: dios de la fertilidad, invocado como “Señor del Árbol de la Vida”; a veces es una serpiente con cabeza humana, pero más tarde fue un dios sanador y mágico. Junto con Tammuz, está a las puertas del cielo.

[iv] Dumuzi o Dunuzi (sumerio) / Tammuz (semita): dios muriente de la vegetación, llorado por Ishtar, motivo de lamentos y letanías. En un poema acadio, Ishtar desciende al mundo inferior en busca de su joven esposo Tammuz; pero en el poema sumerio sobre el cual aquel está basado, es Inanna misma la responsable de enviar a Dumuzi a ese mundo, debido a su orgullo y como rehén para que ella pueda regresar a la tierra.

[v] V. nota 19

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